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La música mestiza como necesidad social

Por: Fidel Arias

A través de la historia musical se han generado fusiones entre estilos y géneros, algunos han generado nuevas estructuras, otros han evolucionado lo establecido. Desde la década de los 90 nos han vendido la globalización como un proceso comunicacional tecnológico y económico, sin embargo se han intensificado los valores nacionalistas y los métodos de segregación entre estados e instituciones. Una contradicción conceptual: Mercado Libre, Gente Presa. El ser humano se encuentra a merced de ser clasificado con fines mercantilistas y políticos. La música no escapa de este proceso de encajonamiento, en páginas especializadas y de distribución musical son almacenadas millones de canciones para su venta, un gran Data de elementos que a la ligera se denominan cultura pop, estructurando lo abstracto de un proceso creativo y obligando a los artistas a encajar, nunca antes mejor usado el término.

En estas cajas se encuentran algunos brillos de mestizaje musical, definamos ese concepto de forma lúdica: el mestizaje es el entrelazamiento de malabares musicales que de forma y fondo generan nuevas estructuras. Desde hace algunas décadas se consideran los músicos mestizos compositores de «músicas del mundo», de esta forma se les ha encajonado y se ha retrasado su reconocimiento a nivel macro, pues la realidad es que mucha música mestiza puede ser considerada Pop, Rock, Balada, etc. pero si mantenemos el mestizaje como algo raro, será difícil que forma parte de proyectos de gran alcance.

En la era moderna de la música popular, Los Beatles produjeron un sonido único basado en melodías sencillas y una sonoridad originada en el blues, el rock, el pop. Abriendo brecha entre géneros y logrando concientizar a las masas sobre lo que se puede considerar música culta. En el pasado lo clásico era relacionado con las élites sociales, lo virtuoso era costoso, la lectura era un privilegio, Los Beatles rompieron con estos paradigmas. El nivel de mestizaje en su música es considerado como experimental, sin embargo muchas pinceladas étnicas del mundo hinduista le dieron a sus últimos discos un valor global inmensurable. En la actualidad la palabra «experimental» se relaciona inevitablemente con música psicodélica, con estructuras poco comunes, piezas de larga duración, un cajón que debemos romper, al igual que la palabra mestizaje se relaciona con lo folclórico, étnico, local y tradicional, ese es otro cajón que se debe romper. La música es música, hay música buena y música mala, lo necesario es que durante el proceso creativo los artistas ejecutores cuestionen todo lo aprendido en academias oficiales o en la vida misma, y se conecten con una intención pura de su ser creador, aprovechar los 80 años de vida promedio que el universo determina para los seres humanos y rendir tributo al mestizaje, una expresión directa de la divinidad.

Hitler fué un purista ideológico/práctico, El en su pensamiento aseguraba que el libre albedrio es una ilusión y para comprobarlo ejecutó un plan macabro, la historia lo resolvió como un inepto testarudo, por elección propia, contradiciendo su propuesta de purismo genético. La música clásica despierta sensaciones universales en todo ser viviente, la razón científica se puede resumir en comprender que el sistema nervioso central reacciona ante estímulos externos, mientras más puros sean estos estímulos en su estructura física, la reacción química será más contundente, en este punto la música comercial, popular y sencilla se empareja con la música clásica virtuosa, clásica, sin caducidad aparente, sin embargo en la forma se pueden percibir estados de frecuencia muy distantes entre sí, estructuras y melodías muy diferentes. Ese poder que tiene el sonido es conocido por quienes controlan la comunicación a nivel mundial.

La capacidad de sentir a conciencia esas reacciones químicas que genera el sonido musical en nuestro ser, es lo que nos diferencia de muchos otros animales en el universo. El Mercado encajona y etiqueta las creaciones musicales para que tengamos un techo y discernir se nos haga difícil, claramente una similitud entre el pensamiento de Adolf y la mercadotecnia moderna: «Todos iguales, para mantenerlos a raya». Con el perdón del reino animal, somos animales menos inteligentes si caemos en esta trampa sonora de consumo.

Cuando una banda suena como La Mano Negra, Silvio Rodríguez y Led Zepellin simultáneamente, es una banda mestiza, y cuando una banda suena a sí misma, de género inclasificable es una banda mestiza exitosa. Que el pensamiento purista sirva de entretenimiento para recordar los clásicos y que la irreverencia y el cuestionamiento marquen el camino del arte, son los dos pilares fundamentales de una sociedad madura y consciente de su porvenir. De este modo la música mestiza es una necesidad social, para romper esas fronteras imaginarias, unificar el mensaje a través de la diversidad, promover tolerancia de forma abstracta, efectiva, no mas letreros indicando lo obvio, no mas ritmos que despiertan en nuestro cerebro reptil conductas, y si estos ritmos deseamos disfrutar, que nos haga disfrutar, así como se disfruta del sexo consensuado, y no que nos convierta instrumento de una máquina de vender dulces sonoros gigante.

Las opiniones emitidas en esta sección son responsabilidad absoluta de los columnistas. Su publicación no significa que elcafenoticias.com comparta el punto de vista de quien escribe.

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