Una de los casos más emblemáticos sobre el narcotráfico en México parece llegar a su fin. Joaquín Guzmán Loera, conocido como el Chapo, fue sentenciado el 17 de julio a cadena perpetua.
La sentencia fue dada a conocer por la Corte de Distrito Federal en Brooklyn donde el capo fue declarado culpable en febrero pasado por los cargos de narcotráfico, asesinato y lavado de dinero después de un juicio de tres meses.
El resultado fue cadena perpetua, más 30 años por violencia con armas, 20 por blanqueo de dinero y además le ordenó pagar 12 mil 600 millones de dólares en reparación de daños.
Guzmán Loera probablemente será enviado a ADX, la prisión federal más restrictiva de Estados Unidos, que está en Colorado.
Después de recibir su sentencia, El Chapo dijo que apenas entre a la cárcel nadie va a escuchar de él y aprovechó para quejarse. Dijo que no tuvo un juicio justo y que su encarcelamiento en una prisión federal en Manhattan fue una tortura psicológica, emocional y mental.
Este episodio llegó a su fin después de que México aceptó extraditarlo a Estados Unidos en enero de 2017. Es el fundador del Cártel de Sinaloa y fue detenido por las autoridades de su país tres veces (1993, 2014 y 2016).
Las primeras dos veces escapó de prisiones de máxima seguridad y, por eso, después de la tercera captura, en 2017, México aceptó la extradición.