Al menos el 70 por ciento de todas las avellanas del mundo provienen de Turquía. Se producen en unas seiscientas mil granjas. Una gran parte de la cosecha termina en dulces populares, como la crema Nutella que hace Ferrero, las barras de chocolate de Nestlé y los chocolates Godiva que produce una empresa turca, Yildiz.
Un reportaje del New York Times reveló lo que pocos consumidores saben. Detrás de cada bocado, de cada una de estas delicias se encuentra una cosecha que desde hace tiempo ha sido famosa por sus riesgos, así como por la prevalencia del trabajo infantil.
El artículo indicó que cada vez hay más refugiados sirios trabajando en los campos, una población que es vulnerable de un modo único. Pocos tienen permisos de trabajo, es decir, carecen de protecciones legales.
“Ferrero aseguró que supervisa desde múltiples frentes para prohibir el trabajo infantil y establecer estándares de salarios y seguridad. La empresa privada —que encabeza Giovanni Ferrero, quien tiene una fortuna reportada de 22.300 millones de dólares, según Forbes— es un imperio construido con las avellanas. La empresa compra una tercera parte de las avellanas de Turquía. La firma, junto con su competencia, ha tenido problemas para garantizar que no se cierna una sombra sobre las cosechas”, expone el trabajo periodístico.
A Turquía han llegado 3.4 millones de refugiados sirios desde 2011. En un buen año las avellanas de Turquía generan alrededor de 1800 millones de dólares, aunque claro, tiene sus riesgos y problemas de rentabilidad.
Polémica dulzura
No es la primera vez que la crema de avellanas acapara la atención por su proceso de fabricación. En enero de 2017 se encontraron muchos titulares que referían los efectos cancerígenos de la Nutella; un informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria considera a los derivados del glycidol como tóxicos y posiblemente cancerígenos, que están en el aceite de palma.
Sin embargo, la OMS y ni la Unión Europea ni otros organismos nacionales de salud han prohibido su uso o recomendado excluirlo de la dieta. Lo único que afirma la organización es que el aceite de palma contiene ésteres gliciril de ácidos grasos (GE) que, procesados a cierta más de 200º, dan lugar a un compuesto tóxico y cancerígeno: el glycidol.
La Nutella es una bomba nutricional. El aceite de palma contiene aproximadamente un 50% de ácidos grasos saturados. Además, un envase de 440 gramos de esta crema contiene 249 gramos de azúcar, más de la mitad de su contenido total.