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Venezuela Crisis tiene un lugar en la historia

El World Press Photo en su 61ª edición, ha premiado al fotógrafo venezolano, residente en México, Ronaldo Schemidt con el premio World Press Photo of the Year. El jurado ha otorgado el premio a la imagen titulada “Venezuela Crisis”, quien también ganó el primer premio en la categoría Single de Spot News.

La imagen premiada, retrata a José Víctor Salazar en llamas, un manifestante de  opositor al gobierno venezolano, durante unos disturbios en la ciudad de Caracas ocurridos el 3 de mayo de 2017.

José Víctor Salazar, corre envuelto en llamas tras ser alcanzado por gasolina de una moto de la Guardia Nacional Bolivariana, la moto fue incendiada por los manifestantes con una molotov, y las llamas alcanzaron al joven en el momento en que otro manifestante rompió el tubo de la gasolina con un objeto contundente. Schemidt estaba de espaldas cuando el manifestante se convirtió en una antorcha humana, y volteó al sentir del calor de las llamas, por acto reflejo comenzó a fotografiar.

Hecho en Venezuela

En 1962, ocurrió El Porteñazo, una sublevación de la Base Naval Agustín Armario contra el Gobierno del presidente electo Rómulo Betancourt, los días 2 y 3 de junio.

Héctor Rondón logró tomar una fotografía trascendental en la historia de Venezuela. La foto titulada “La ayuda del padre”, fue publicada en el diario La República, y posteriormente distribuida por la agencia Associated Press, siendo reproducida en diversos diarios y revistas internacionales y mereciendo la portada de la revista Life en español.

“Al llegar, haciéndole caso al mayor, nos retiramos a la pared. Luego de que habían pasado cerca de 10 tanques, empezaron a disparar de todos lados. Los muertos iban cayendo. No se veía a quienes disparaban, ocultos en las casas. Los masacraron a todos. Cayeron diez en la esquina, los que iban conmigo… Era como un cuarto para las siete. Junto a mí iba otro fotógrafo, Blasco. Cuando el último tanque, donde yo iba junto al otro fotógrafo, llegó a la esquina de La Alcantarilla, empezaron los disparos… Disparaban hasta granadas. Los tanques se fueron, finalmente, dejando a los muertos. Entonces fue cuando vimos que venía un cura por la acera derecha… Había un soldado herido. El cura trató de socorrerlo, lo levantó, trató de cargarlo. Yo tomé la foto. Era una escena horrorosa y a la vez tan humana. Blasco y yo le gritamos que saliera de ahí porque lo iban a matar”.

No es coincidencia, que dos fotógrafos venezolanos hayan sido galardonados por lograr inmortalizar imágenes de tragedias derivadas de conflictos políticos. La estabilidad democrática del país ha sido una utopía, y los fotoperiodistas se convierten en garantes de la memoria colectiva de una nación.

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