En la Avenida 138A en la urbanización El Viñedo, al norte de Valencia, el “hueco de Drácula” tiene más de 8 meses tragando carros.
Comerciantes de la zona aseguraron que en las noches solamente se escucha el estruendo de los frenos para esquivar la obra incompleta. El bote de agua evolucionó, se produjo casi una mitosis pues se generaron dos huecos que representan un riesgo para la comunidad.

Fotografía: Saúl Zerpa
En la misma calle, a pocos metros de este, otro bote de agua se ha producido por la erosión. Es una suerte de bañera para las personas que viven en situación de calle, con la agravante que en este hueco la base de un poste de alumbrado eléctrico está por ceder.

Fotografía: Saúl Zerpa
La historia no es diferente en la urbanización Agua Blanca. En las noches, la avenida 119 es un túnel de oscuridad, solamente se escuchan los vehículos cuando caen. Este hueco ya tiene 6 meses afectando a la comunidad.