Por: Saúl Zerpa
Sí, mi ansiedad se ha multiplicado y pierdo el sentido crítico del pensamiento cuando quiero solucionar todo en menos de 24 horas.
Decidir con qué conectarnos es una opción válida, a veces por no decir siempre buscamos soluciones en el lugar equivocado y la avalancha de noticias verdaderas o falsas nos coloca un ladrillo más en el bolso que ya es bastante pesado para cargar.
Aislados, con una conectividad precaria, luego del peor apagón de todos hace que reagrupar fuerza mental para pensar sea más importante que otra cosa; debemos crear para sobrellevar este escenario económico social que no parece tener fin o que al menos no se ve el final en un corto plazo. Ya sabíamos que no nos podía pasar lo mismo que en 2017, económicamente hablando. Teníamos que asumir que bolívares no podías seguir aceptando y todo lo llevamos a la divisa extranjera, pero resulta que ya ni ganando en esa moneda puedes blindar tus gastos básicos.
El pensamiento se acelera, la estrategia continua pérdida porque tu cerebro instintivamente quiere solucionar todo en un abrir y cerrar de ojos, así como en las marchas todos quieren solucionar los problemas del país con una mentada de madre.
Algunos ya visualizaron que el primer objetivo en medio de escenarios adversos es controlar la psiquis, ahora personas con la mejor intención del mundo ofrecen ayuda psicológica a través de una línea telefónica, ¿cuántos podrán llamar pidiendo ayuda con un sistema telefónico que a duras penas logra estar online un par de minutos?
El psiquiatra Augusto Cury ve con preocupación lo que considera puede ser el mal del siglo, algo que él define como el síndrome del Pensamiento Acelerado.(SPA).
Para el doctor, hemos afectado irresponsablemente la manera en cómo creamos el pensamiento y hace referencia a una especie de intoxicación informativa en la era digital hace que el gatillo de la memoria dispare mucho más y esta hace que se abran muchísimas ventanas sin poder entrar en ninguna y por esto no se logra concluir nada sobre ese pensamiento.
Uno de los principales síntomas de esta aceleración es la predisposición a trastornos emocionales y la poca tolerancia al estrés.También genera repetición de errores, infantilización de las emociones, fatiga excesiva, aburrimiento atroz y dificultad enorme para aguantar la soledad creativa.
¿Te has encontrado en la situación donde percibes que el resto de las personas actúan de forma más lenta? ¿Te irrita? Es posible que estés padeciendo el síndrome del pensamiento acelerado.
Tratar de vivir con un poco más de calma conectándonos con pensamientos positivos y la proacción en buenas acciones, quizá sea el mejor remedio para no padecer lo que para el doctor Cury es el mal del siglo.