Hay un tema que es generador de ansiedad y mucha polémica dentro de los modelos familiares del siglo XXI: el tiempo que deberían pasar los niños frente a un dispositivo digital. No importa el objetivo, puede tratarse de videos, juegos en línea o actividades educativas.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, los niños menores al año nunca deberían tener cerca una pantalla, en caso del segundo año de vida su uso debería ser poco frecuente. Para el rango entre los 2 y 4 años, la institución sugiere no más de una hora al día.
Estas indicaciones contrastan con la realidad, donde muchas encuestas internacionales han demostrado que el tiempo de niños frente a dispositivos electrónicos va en aumento. Según la ONG, Common Sense Media, el 95% de las familias con niños menores a 8 años tienen teléfonos inteligentes, el 42% de ese mismo rango de edad poseen sus propias tabletas.
La adquisición del lenguaje y de habilidades sociales, que se obtienen al interactuar con semejantes, son las herramientas cognitivas más importantes de la niñez, se ven opacadas con el uso de dispositivos digitales en exceso.
Hay muchas opciones que ayudan a los padres a limitar el tiempo de los niños frente a las pantallas, pero sin la guía de las familias no sirven de mucho.
La mayoría de las redes sociales colocan como límite para iniciar su uso en 13 años, lo dicen sus normas de convivencia. ¿Cuántos lo cumplen?
Menos pantallas, más actividad física
«Lograr la salud para todos significa hacer lo mejor para la salud desde el inicio de la vida de las personas», afirmó en un comunicado el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «La primera infancia es un período de rápido desarrollo y una época en la que los modos de vida familiar pueden adaptarse para mejorar la salud».
El incumplimiento de las recomendaciones actuales sobre actividad física provoca más de 5 millones de muertes en todo el mundo cada año en todos los grupos de edad. Actualmente, más del 23% de los adultos y del 80% de los adolescentes no realizan suficiente actividad física. Si se establecen a una edad temprana, las costumbres relativas a la actividad física saludable, el sedentarismo y el sueño ayudan a moldear los hábitos a lo largo de la infancia, la adolescencia y la edad adulta.
Los datos disponibles indican que 40 millones de niños menores de cinco años (5,9 % del total) en el mundo sufren sobrepeso.
Para los bebés se propone estimular su actividad física varias veces al día y privilegiar el juego interactivo mientras están acostados, y para aquellos que todavía no tengan movilidad colocarlos al menos 30 minutos a lo largo del día boca abajo mientras están despiertos.
Los momentos de pasividad -incluidos los que pasan en un carrito o silla de bebé, o sujetos a la espalda o contra el pecho de quien se ocupa de ellos no deben superar una hora seguida, mientras que las pantallas de cualquier tipo están totalmente desaconsejadas.