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Implantación de recuerdos: más cerca de la realidad

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Despiertas y logras recordar el sueño sin estar seguro del tiempo, si fue en el pasado o en el futuro. Philip K.Dick en su relato “Lo recordaremos por usted perfectamente”, hace un viaje a un futuro no muy lejano, donde los recuerdos pueden ser implantados o extraídos a petición de las personas.

Los recuerdos son manifestaciones del pasado guardadas en nuestra memoria: experiencias, objetos y personas. Las conexiones sinápticas de aproximadamente 100 mil millones de neuronas establecen cinco mil o diez mil conexiones con otras neuronas; todo esto produce mil billones de sinapsis en el cerebro adulto promedio.

No todos los recuerdos son buenos, ¿si quisiéramos eliminarlos o intercambiarlos por un recuerdo más agradable? La ciencia dice que sí. Las posibilidades para nuestro cerebro son infinitas. Dándole las instrucciones necesarias se puede modificar la estructura para poder ejecutar actividades tan cotidianas como la lectura.

Acercando la ficción a la realidad

Dos regiones del cerebro se encuentran fuertemente involucradas en el proceso de la elaboración de recuerdos: el hipocampo y la corteza. En la primera se almacena la memoria a corto plazo, y en la segunda guardamos la memoria a largo plazo.

El concepto de la implantación de recuerdos cobró fuerza luego del caso de Henry Molaiso en la década de los 50. Henry fue sometido a una cirugía para solventar síntomas de la epilepsia y su hipocampo sufrió daños, perdió la capacidad de hacer nuevos recuerdos, pero los que ya poseía antes de la intervención todavía se encontraban en el mismo lugar.
Este hecho hizo pensar a la comunidad científica. La teoría es que los recuerdos se almacenaban primero de manera temporal en el hipocampo y luego eran enviados a la corteza, donde finalmente quedaban guardados con mayor grado de profundidad.

El equipo del Centro de Genética de Circuitos Neuronales Riken-IMT, logró avanzar de manera significativa para demostrar que la teoría referente al caso de Henry Molaiso, no era cierta.
El experimento realizado en ratones logró determinar que los recuerdos se agrupan en forma de células cerebrales conectadas en reacción a un shock. Aplicaron la optogenética, esta tecnología permite activar o desactivar células usando luz. Los resultados demostraron que los recuerdos se forman de manera simultánea en el hipocampo y en la corteza.

El profesor Susumu Tonegawa, director del centro de investigación, dijo que «fue sorprendente». «Esto es contrario a la hipótesis popular que se sostenía desde hace décadas. Es un avance significativo en comparación con los conocimientos previos, es un gran cambio.»

En cada salida de sol, la humanidad está más cerca de poder elegir que quiere recordar y que no, ya no es descabellado que exista algo parecido a “Recuerda S.A” y que la industria de los recuerdos nazca como una alternativa para solventar anhelos y restaurar pérdidas de memoria en enfermedades como alzhéimer o demencia senil.

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