No es posible voltear la mirada ante la realidad sobre los datos que se comparten de forma voluntaria en Internet. Es un gran negocio donde las grandes empresas se están quedando con la mayor cantidad de ganancias.
En medio de toda esta lluvia de datos hay movimientos legales para tratar que el enriquecimiento sea un poco más parejo, cada vez que haces click, o das un like estás entregando datos sobre tu comportamiento online y estos son aprovechados por las empresas para ofrecer lo que en todas las políticas de privacidad es ofertado como una mejor experiencia.
Economistas, tecnólogos, académicos y legisladores están buscando por distintas vías establecer un valor a los datos, algunos apuntan a que la información sea considerada un activo comerciable o que sea considerada como mano de obra. Facebook y Google producen millones con tu información y si la información tiene un dueño, ese propietario debería recibir algún beneficio económico.
La comunidad es el proveedor de materia prima para generar la venta de productos en los entornos digitales.
Ningún servicio digital es gratis
El senador de Virginia, Mark Warner propuso junto a otro colega una ley que le exiga a las empresas de internet informar de manera regular los datos que recaban de sus usuarios y publicar el valor de los datos.
“No estoy convencido de cuál debería ser la estrategia”, comentó Warner, quien fue inversionista del sector tecnológico y es un crítico frecuente de los gigantes de esa industria. “Pero el estado actual de inmenso desequilibrio de poder no puede seguir así”.
Unos 76 mil millones de dólares fue el beneficio corporativo que produjo la recolección de datos a las empresas en 2018, esta cifra aumentará drásticamente en el futuro.
Para Michelle Rempel en Canadá, una integrante conservadora del parlamento, duda que los gobiernos puedan seguirle el ritmo de crecimiento a las empresas de tecnología, ya que estas ya tienen mucha experiencia en el uso de datos, para Rempel el gobierno deberá intervenir pero más que un regulador será para diseñar reglas básicas.
“La meta debería ser ayudar a construir un mercado justo para los datos”, propuso Rempel.
Estas reglas para la construcción de un mercado de datos deberán incluir derechos de propiedad definidos para que los usuarios controlen sus datos. En la actualidad existen empresas emergentes dedicadas a la recolección de datos y su comercialización como Meeco y UBDI (Universal Basic Data Income) aunque suenan prometedoras por ahora son empresas nuevas con poca experiencia y pocos datos.