Karem Largo es médico general. Amplia sonrisa, dispuesta a ayudar y enamorada de la gente. Cada vez que podía, viajaba con fundaciones que prestan ayuda humanitaria a comunidades desasistidas, especialmente indígenas. De amar a su país y los regalos naturales sabe mucho. Pero la historia tomó otro rumbo, Karen se convirtió en una cifra, forma parte de los 26 mil 160 médicos que la Federación Médica Venezolana (FMV) calcula se han marchado del país desde el 2004.
La cifra engloba a quienes han solicitado su carta de reciprocidad —documento necesario para el ejercicio de la medicina fuera del país y que establece las prerrogativas que tienen para poder laborar en el exterior— en los colegios de médicos de Venezuela.
Karem está en Chile. Vivía en Venezuela entre los techos rojos y las naranjas dulces. Está trabajando, pero su caso es de las buenas noticias, pues muchos especialistas tienen mayores dificultades en ejercer.
“Yo tuve suerte. Uno puede optar trabajar bajo una autorización especial que te da la alcaldía del municipio donde pides trabajo, para que puedas ejercer sin estar validado. Ahora solo trabajo en emergencia el año que viene aspiro a APS (atención primaria de salud)”.
Douglas León Natera, presidente de la FMV detalló que los médicos salían del país para realizar posgrados; en la actualidad, los jóvenes terminan su año de medicina rural y se van sin la idea de regresar.
¿Por qué se van? La respuesta no cumple un patrón, solo hay pequeñas similitudes. Las precarias condiciones en los hospitales, la falta de insumos médico-quirúrgicos, la ausencia de equipos y la crisis del país son algunas de las razones de mayor poder.
“Al principio cuesta, cuesta full. En la mayoría de los sitios no te aceptan sino tienes la validación por la universidad de Chile. En el caso de ser especialista, se vuelve más complicado”, agregó.
Para conseguir la certificación se deben realizar cinco exámenes, uno teórico, bastante fuerte. Hay grupos de preparación pero son costosos, los precios oscilan entre 1000 y 1500 dólares. Son de un año con clases diarias, pero la mayoría de los médicos venezolanos optan por prepararse por sí mismos hasta que puedan trabajar para pagarse el curso.
La prueba teórica puede presentarse dos veces al año y tiene un valor de 180 mil pesos o 300 dólares aproximadamente. Luego de superar este reto, vienen los 4 restantes que son prácticos, uno por cada especialidad.
La FMV estimó que en España hay más de cinco mil médicos venezolanos. En Estados Unidos hay ciudades en donde migraron promociones de medicina completas. En Chile, como Karem, hay cuatro mil 200.