Cultura / Guarapo

Venezuela en 6 cuerdas: Música para la gente

Venezuela

La música es un lenguaje universal. Emplearlo para inmortalizar el valor cultural de un país es el mejor legado que pueden otorgarle los artistas a su origen. Alirio Díaz y Frank Maduro son ejemplo de ello.

 

Frank Maduro Sebastiani es un guitarrista excepcional, exigente consigo mismo al momento de tomar el privilegio de dar un concierto; a través de la música y de su guitarra lleva consigo las raíces venezolanas. Siempre pensando en música, su carrera lo llevó a trasmitir sus conocimientos musicales a nuevos talentos en las aulas de clase.

 

En alguna calle de Costa Rica, Frank estaba montado en su bicicleta cuando envió la primera nota de voz para esta entrevista. En medio del tráfico buscó un parque para poder conversar sobre la música, con un paréntesis especial sobre el Maestro Alirio Díaz que este 12 de noviembre celebró natalicio.

 

¿Cuál pieza del maestro Alirio Díaz te identifica?

 

Yo creo que todas. Recuerdo que Alirio Díaz siempre me decía “mira cuando yo escoja una obra, para estudiarla y para tocarla tengo que pensar bien a quién va a ir dirigida porque tu sabes con esto de la música contemporánea a veces los compositores escriben cosas muy complicadas que solamente entienden ellos y los críticos”.

 

Él me decía: “mira chico escoge un repertorio amigable, que sea para la gente”. Algo en lo que se destacó el maestro Alirio fue en eso, que él aunque estuviera viviendo en Italia o en España, siempre tenía sus raíces de música venezolana. Podía estar tocando el Concierto de Aranjuez o el de Castelnuovo Tedesco, y en sus BIS siempre como final del concierto, tocaba alguna pieza del repertorio venezolano o latinoamericano, pero siempre estar con sus raíces, y eso es algo que  a mi me quedó mucho del maestro.

 

El tiempo que es indetenible, ¿crees que fue suficiente para que todo el mundo disfrutara la obra de Alirio Díaz?

 

Más que la obra, yo diría que el legado porque debemos recordar que Alirio Díaz no fue compositor, él era intérprete y arreglista. Se dedicó a arreglar mucha música venezolana. A través de el maestro se dio a conocer la música venezolana en el mundo. Tan es así que podemos ver a Sting tocando el Vals número II de Antonio Lauro, y quien lo dio a conocer fue Alirio por los años 50 en Europa. Alirio agarraba y arreglaba un joropo tuyero; el “Totumo de Guarenas” de Benito Canónico es un joropo de la región central de Venezuela que cobró fama gracias a las interpretaciones del maestro.

 

Entre los guitarristas clásicos, fue muy famoso el arreglo del Alma Llanera y el de Gavilán.

 

Venezuela está llena de ritmos característicos en cada región, ¿para ti cuál es el más complicado al momento de ejecutarlo?

 

El merengue venezolano. Está al tiempo de ⅝ y conseguir la fluidez en la cuerda, que no se escuche marcado o entrecortado, es un tema complicadísimo. La mayoría de los merengues cuando se arreglan tienen muchos contrapuntos, que son varias voces simultáneas, estás haciendo el bajo que va en ⅝ y sobre eso la melodía que va en un tiempo diferente.

 

Hay un aguinaldo,”El paño de Teresa”, en una oportunidad Alirio Díaz dijo que cuando lo grabó lo repitió hasta 30 veces para seleccionar el mejor.

 

¿Cómo ves el futuro de los guitarristas venezolanos?

 

Un muchacho, quizás, de 17 años que comience a involucrarse con la guitarra y se inscriba en un conservatorio, tiene que estudiar mucho; tiene que estudiar mucho repertorio venezolano y de los clásicos de la guitarra en Europa, que fueron los que dejaron los métodos con los que en la actualidad se adquieren conocimientos. También debemos recordar que la música está dando un giro impresionante a nivel tecnológico, creo que es el momento de ir experimentando. No es que te vas a meter a DJ, pero sí experimentar con nueva música conformando esa transición para ir de lo clásico, escaparse un poco de lo ortodoxo, tratar de hacer algo un poco más acorde con lo que está pasando en la actualidad.

 

Esto me hace recordar una palabras que me dijo una vez el maestro Franco Nasi. “Seguir haciendo música barroca o música clásica en estos tiempos es como si salieras vestido como la gente en 1700”, y bueno en parte tiene razón. Por ejemplo, justo ahora las orquestas sinfónicas hacen mucha música para el cine tratando de buscar esa adaptación a algo nuevo.

 

¿Qué estás haciendo con la música? ¿Dónde te estás moviendo actualmente?

 

Lamentablemente, pero afortunadamente me dio Distonía Ocupacional, digo lamentablemente porque cuando me enteré de lo que me estaba pasando fue muy rudo. Estoy disfrutando mucho dar clases, era algo que tenía alejado porque me quitaba mucho tiempo, ahorita estoy dando clases en La Escuela de Música de Cartago en Costa Rica.

 

Estoy haciendo una maestría de Guitarra Jazz, a raíz de todo esto me dedique a explorar más la guitarra eléctrica. Desde pequeño escuché mucho Rock and Roll, mis padres escuchaban Neil Young, Led Zeppelin…Luego del diagnóstico estoy sumergido en el estudio de la improvisación, también logré conformar una banda que se llama “Bestia Bestia” con unos amigos, un venezolano y dos costarricenses. En un mes vamos a presentar un EP con cinco canciones. En la música yo no descanso, siempre ando pensando en música.

 

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