Actualmente se producen 400 millones de toneladas de plástico de esta cantidad solamente el nueve por ciento es reciclado, el resto, como una especie de boomerang vuelve a su origen, al cuerpo humano.
En un estudio piloto realizado por la Universidad de Viena, habitantes de distintas nacionalidades (Italia,Rusia,Japón y Reino Unido) fueron puestos a prueba para hacer una lista de los alimentos que consumían, los investigadores luego de analizar muestras de heces detectaron partículas de policloruro de vinilo (PVC), polipropileno, tereftalato de poliestireno (PET), más diez diferentes tipos de plástico.
Italia y Japón están separados por 9.723 kilómetros y las muestras analizadas prueban que tienen partículas de plástico en común; esta observación dentro del estudio encendió las alarmas de los investigadores para hacer un llamada a las autoridades e investigar cuán dañinas pueden ser estas sustancias para los humanos y aún más importante estructurar las restricciones para su uso y las medidas para reducir sus consecuencias.
“Aunque en estudios en animales la mayor concentración de plásticos se ha localizado en el intestino, las partículas de micro plástico más pequeñas pueden entrar en el torrente sanguíneo, el sistema linfático e incluso alcanzar el hígado”, declaró Philipp Schwabl.
Bisfenoal A (BPA), un viejo conocido
Según la revista Aula de la Farmacia, el BPA es el monómero más utilizado como materia prima para la fabricación de diferentes tipos de plástico principalmente resinas epoxi y plásticos de policarbonato.
El Bisfenol A fue sintetizado por primera vez en 1831 por el químico ruso Aleksandr Dianin. BPA se caracteriza por ser una sustancia sólida de color blanco.Antiguamente, fue utilizado como “estrógeno artificial” capaz de producir un rápido crecimiento del ganado y de las aves de corral. En mujeres, se empleó como tratamiento hormonal para favorecer la liberación de prolactina
Efectos tóxicos del BPA
- Cambios en el comportamiento. Hiperactividad, aumento de la agresividad, problemas de aprendizaje y de memoria, aumento de la susceptibilidad a la adicción de drogas.
- Diabetes y obesidad.La exposición al BPA es capaz de aumentar la resistencia a la insulina y el número de células grasas. Diversos estudios han demostrado que la resistencia a la insulina conlleva a diabetes tipo 2, así como hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares.
- Cáncer de mama.Diversos estudios reflejan que en la exposición al BPA en bajas dosis,los estrógenos estimulan el desarrollo y divi-sión de las glándulas mamarias incrementándose el riesgo de mutaciones y de células cancerígenas en las mamas en las mujeres.
- Enfermedades de próstata y cáncer de próstata. La exposición a bajas dosis al BPA pueden incrementar significativamente el tamaño de la próstata. Se inicia una proliferación de células cancerígenas de próstata en los varones.
Padecer los efectos adversos a la exposición de BPA depende de la edad del individuo. El grupo de población más vulnerable son los recién nacidos y los fetos.
Evita la migración del BPA a tus alimentos
Los envases que almacenan los alimentos deberían ser lo suficientemente inertes para no traspasar componentes y así poner en riesgo la salud humana, para evitar la exposición de la comida a las sustancias tóxicas como el BPA es importante tomar algunas medidas.
- Evitar utilizar envases fabricados con plásticos policarbonatos
- Limitar el uso de envases enlatados. En caso de no ser posible, evitar calentarlos en el microondas, almacenar comidas o líquidos calientes en dichos envases, lavarlos con agua caliente.
- Evitar plásticos deteriorados, rayados u opacos.
Seguir todas estas medidas mantendrá lejos a los componentes, pero la mejor de todas es no usar plástico.