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Periodismo lento: Una herramienta contra la desinformación

Periodismo lento

Hoy, el ciclo de producción de noticias va a un ritmo vertiginoso y en medio de esa velocidad y la no tan urgente inmediatez, es donde proliferan noticias falsas, fuentes no confirmadas, enlaces fraudulentos y la desinformación.

 

Para detener esa cadena de desaciertos surge el Periodismo Lento, enfocado en ofrecer al público un análisis de la noticia que va  más allá de la etiqueta #ÚLTIMO o #ÚLTIMAHORA.

 

“A veces parecía como si los periodistas tuviésemos una alianza con la industria de la comida rápida, porque al igual que ésta, preparábamos en el momento las órdenes de aquellos consumidores a los que les gustaba recibir la información y las ideas a medio cocinar” (Talese, 2012).

 

La palabra “lento”, en sí misma no se refiere a la promoción de la lentitud, es un llamado a la construcción de un ritmo adecuado para la publicación en medios digitales. En muchas ocasiones la premura al momento de informar, limita a los comunicadores a publicar datos crudos sin ningún tipo de contexto para guiar al consumidor dentro de la historia que está ocurriendo.

 

Venezuela y la inmediatez en Twitter

 

La actualidad política en Venezuela, trae la necesidad de estar informada minuto a minuto a través de Twitter. Aunque esta red actualmente tiene el crecimiento más lento, posee 320 millones de usuarios activos por mes y para algunas marcas, es el canal perfecto para dar información en tiempo real, estas marcas en Venezuela se convirtieron en políticos, todo personaje de la vida política venezolana que no esté sumergido en el TL de Twitter simplemente no existe.

 

La información en tiempo real en manos de infociudadanos corre el riesgo de convertirse en poco confiable. Las primicias dejaron de existir con la masificación de dispositivos móviles inteligentes. La diferencia esencial entre un infociudadano y un periodista es que el primero difunde la información en caliente, porque así le llegó y el periodista tiene las herramientas y la especialización para hacer un análisis en frío sobre el hecho determinado que ocurrió y además contextualizar todos los datos que se generan.

 

Claramente, el campo de cultivo del Slow Journalism (su variación en inglés) no es Twitter, donde los medios practican un “periodismo” de titulares, ni Facebook, donde priman las reacciones en cadena a noticias reducidas procedentes de fuentes no siempre fiables. Las redes sociales, por su propia naturaleza, son apropiadas para difundir noticias de último momento y propiciar un intercambio inmediato de opiniones sobre ellas pero no lo son tanto para dar cabida a productos informativos generados por el Periodismo Lento.

 

Manejar con cuidado los ingredientes de un trabajo periodístico debe ser la premisa para desarrollar ciclos con noticias de mayor calidad.

 

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