El pasado sábado 22 de febrero, la Orquesta Sinfónica de Carabobo (OSC), con 48 años de trayectoria artística, inauguró su temporada 2025 con un concierto gratuito que colmó el Hesperia WTC Valencia. El evento, que contó con una asistencia masiva y ovaciones de pie, fue un recorrido musical que abarcó desde el barroco hasta la contemporaneidad, demostrando la versatilidad y excelencia de esta emblemática agrupación.
El programa, cuidadosamente seleccionado, incluyó obras como el Concerto Grosso Nº 8 de Arcangelo Corelli, Appalachian Spring de Aaron Copland, El Carnaval de los Animales de Camille Saint-Saëns, Sueño Imposible de José Calabrese y Gladiador de Hans Zimmer. Cada pieza fue interpretada con maestría, destacando la participación de solistas y colaboradores especiales.
En el Concerto Grosso, los violines solistas Diego Hnatyk y María Valentina Montiel brillaron bajo la dirección de la profesora Carmen Rosa Rodríguez, violonchelo principal de la OSC. El Carnaval de los Animales contó con las pianistas Marta Infante y Elena Filippova, acompañadas por la narración del profesor José Francisco Aguilar, quien añadió un toque narrativo único a la obra.
El Sueño Imposible de José Calabrese fue otro momento destacado, con la participación del Coro Académico «José Calabrese», dirigido por las profesoras María Gabriela Betancourt y Sikiú Domínguez. La interpretación de Gladiador cerró la velada con una intensidad emocional que dejó al público cautivado.
Al frente de la orquesta estuvo el maestro José Carmelo Calabrese, director titular de la OSC y una de las figuras más reconocidas en el ámbito musical venezolano. Con una trayectoria adornada por premios internacionales y distinciones como Embajador de la Paz UNESCO y Orden del Bicentenario, Calabrese guió a la orquesta con su característica pasión y precisión.
Este concierto no solo marcó el inicio de una nueva temporada para la OSC, sino que también reafirmó su compromiso con la difusión de la música clásica y su capacidad para conectar con el público a través de un repertorio diverso y emocionante. Una noche que quedará grabada en la memoria cultural de Carabobo.