Música / Cortado

La noche amarga de Jorge Drexler: cuando el Oscar le robó la voz

En la 76ª edición de los Premios Óscar, celebrada el 29 de febrero de 2004, el cantautor uruguayo Jorge Drexler vivió una noche agridulce. Su canción «Al otro lado del río», de la película «Diarios de motocicleta», se alzó con el premio a Mejor Canción Original, convirtiéndolo en el primer latinoamericano en ganar este galardón.

Sin embargo, la alegría del triunfo se vio empañada por una polémica decisión de la Academia: Drexler no fue invitado a interpretar su propia canción en la ceremonia. En su lugar, los organizadores eligieron al actor Antonio Banderas, acompañado del guitarrista Carlos Santana, para realizar una versión a capela del tema.

La decisión de la Academia generó gran controversia y críticas, tanto por parte del público como de la comunidad musical. Se consideró como una falta de respeto hacia Drexler y como una oportunidad perdida para mostrar la riqueza y diversidad de la música latinoamericana en un escenario tan importante.

A pesar de la decepción, Drexler subió al escenario para recibir el premio y, en un emotivo discurso, agradeció a todos los que habían participado en la creación de la canción. También aprovechó para hacer una breve referencia a la polémica decisión de la Academia, diciendo: «Me hubiera gustado cantarla, pero bueno, la música ya ha ganado».

 

Más tarde, en una entrevista, Drexler expresó su pesar por no haber podido interpretar su canción en la ceremonia, pero también señaló que lo importante era que la música hubiera sido reconocida.

La historia de Jorge Drexler y su Oscar nos recuerda que, a veces, los premios y reconocimientos no lo son todo. Lo que verdaderamente importa es la pasión por la música, la capacidad de crear obras que emocionan y conectan con las personas, y la perseverancia para seguir adelante a pesar de los obstáculos.

«Al otro lado del río» sigue siendo una canción hermosa y conmovedora que ha trascendido el tiempo y la polémica. Es un recordatorio del talento de Jorge Drexler y un símbolo de la lucha por el reconocimiento y la visibilidad de la música latinoamericana en el mundo.