Generar espacios para la fotografía en los momentos que se viven en Venezuela es todo un reto. En una unión que nos llena de orgullo, El Café deja la mesa servida para que los alumnos de la escuela de Comunicación Social de la Universidad Arturo Michelena cuenten con una sección especial para mostrar su trabajo.
“La violencia no se silencia”
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— Daniella Antzoulatos (@epadana) 20 de mayo de 2018
Una problemática a nivel mundial que de manera lamentable se agrava día tras día es la violencia de género; cualquier acto violento o agresión, basados en una situación de desigualdad por parte de los hombres sobre las mujeres, que tenga o pueda tener como consecuencia un daño físico, sexual o psicológico.
Estos actos son un atentado contra la integridad (física y moral), la dignidad y la libertad de las mujeres. Hace algún tiempo este tipo de “problemas” era catalogado como tabú y venía siendo problema únicamente de la familia. Por ende, no debía trascender de la puerta de la casa, nadie podía intervenir.
Hoy por hoy; este tema se ha convertido en una problemática de la cual se puede hablar abiertamente y a su vez, denunciar buscando justicia. La media global de casos de violencia de género es de tres por cada diez mujeres, mientras que en Venezuela, es de cuatro por cada diez, lo más preocupante es que de los delitos denunciados, 96% quedan en impunidad.
Entonces la mujer venezolana se encuentra en una grave situación; participa que está siendo víctima de violencia y pone una denuncia en contra de su agresor. Pueden pasar dos cosas: si tiene suerte, será tomada en cuenta. Pero de no ser así, ¿qué sigue?

