El más reciente reporte “Alertas Tempranas sobre Seguridad Alimentaria y Agricultura Abril-Junio 2019”, presentado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, colocó a Venezuela entre los diez países del mundo que atravesarán los más altos riesgos para su seguridad alimentaria y su agricultura.
Venezuela se sitúa -luego de Yemen y Sudán del Sur-, como el tercer país con el más alto riesgo de deterioro significativo para el trimestre abril-junio.
El país caribeño ha estado enfrentando hiperinflación desde noviembre de 2016 y según el Fondo Monetario Internacional el producto interno bruto seguirá cayendo en 2019. La organización señala entre las causas a la caída de la producción de petróleo y el empeoramiento de las condiciones en el sector no petrolero, aunado al colapso en los salarios y en el valor de la moneda, la escasez de alimentos, medicinas y suministros básicos, el deterioro de los servicios de salud, educación e infraestructura, así como las sanciones internacionales.
De acuerdo a la intensidad de la crisis, el reporte de la FAO expone en el tope de la lista a Yemen, Sudán del Sur, Venezuela, Sudán, Zimbabue, Camerún, Burkina Faso, Haití, Afganistán y Nigeria.
Venezuela supera a Haití en la intensidad del riesgo para su seguridad alimentaria y agricultura, siendo estos los dos únicos países de la región incluidos en el informe.
“El porcentaje de personas subnutridas en el país se ha triplicado: del 3,6 por ciento en 2013 al 11,7 por ciento en 2017 (casi 3.7 millones de personas)”.
Las cosas cambian
El 16 de junio del año 2013, FAO concedió un reconocimiento al Gobierno Venezolano por lograr reducir a la mitad el porcentaje y el número de personas con hambre o subnutrición en el País antes de 2015, tomando como línea base el año 1990 conforme a lo establecido por la Cumbre Mundial de Alimentación (CMA) de 1996 y por la Asamblea General de las Naciones Unidas del año de 2000; oportunidad en que fueron lanzados los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
En relación al objetivo número uno de los ODM: Erradicar la Pobreza Extrema y el Hambre, y en particular su Meta 1c: reducir a la mitad el porcentaje de personas que padecen hambre entre 1990 y 2015; Venezuela tenía que disminuir de 13.5% de personas subnutridas para 1990 a una cifra menor de 6.7% antes del 2015.
Ese año, Venezuela se habría convertido en uno de los 18 países que logró simultáneamente la meta del ODM y el objetivo de la CMA referentes a la subnutrición.
¿Cómo se determina el riesgo alimentario de un país?
La FAO mide el hambre como el número de personas que no consumen el mínimo de calorías diarias necesarias para una actividad ligera y un peso aceptable mínimo para la estatura de la persona. El mínimo de calorías diario para la FAO son 1.800 Kcal/per cápita/día disponibles.
Para el cálculo se considera: el total de calorías disponibles, las necesidades de una población determinada y la distribución de las calorías, y así es posible calcular el número de personas que está por debajo del consumo mínimo necesario.
En el caso de Venezuela, en el año 2013, habían 3.020 calorías kcal/per-cápita/día disponibles.