En una cocina se siente y se vive el mundo. Se integran países a través de su sabores y olores. Las fronteras físicas creadas por el hombre son traspasadas sin documentos por los ingredientes.
Este es el orígen, por ejemplo, del arroz chino venezolano o de la gastronomía Tex Mex, que no es México, pero tampoco es Texas. Quizás lo mejor de los dos territorios es la transgresión de la frontera en un bocado.
Venezuela es un país multicultural, que recibe con un abrazo a los ingredientes del mundo como quien recibe a sus panas en la casa.
En la ribera del Cabriales en Naguanagua o al pie de la montaña en la Trigaleña, los colores y la catrina de Chimichanga Burritos House te dan la bienvenida.
El maíz amalgama a todo un continente y en la cocina de Chimichanga esto no podía ser la excepción. Preparaciones coloridas como el Totopo Mix o la crocancia de la Chimichanga son solamente algunas de las preparaciones de un menú diseñado para compartir, pasar un rato agradable y disfrutar de tragos y cócteles desde la altura de la terraza.

Chimichanga Burritos House.
Fotografía: Saúl Zerpa
La propuesta gastronómica abarca una variedad de preparaciones importantes, pero debemos resaltar el Entomachanga. Considerado como el secreto mejor guardado del menú, mezcla una tortilla de trigo relleno de frijoles y proteína, se baña con una salsa inolvidable que se une a queso gratinado. Perfección.
Por otro lado, los burritos están diseñados con precisión para distinguir el sabor de cada ingrediente; las fajitas de birria y los tacos, son otras cosas que deben probarse con carácter obligatorio.

Chimichanga Burritos House.
Fotografía: Saúl Zerpa
Por el lado mexicano las salsas y el picante tienen un protagonismo inmenso. En Chimichanga hay para todos los gustos, para los más arriesgados con el picante, para los aventureros y para los que no comen nada de picante.
Dato: El picante de piña lo han enviado fuera de nuestras fronteras a conquistar paladares en Alemania, no dudes en pedirlo.