La forma de entregar datos a las grandes empresas ha variado. Desde hace al menos 10 años, la sociedad ha estado entregando su rostro para ser analizado por redes neuronales y así establecer parámetros para el reconocimiento facial.
Las aplicaciones de fotografía de vez en cuando cobran mayor visibilidad en redes sociales. Al principio Snapchat recobró algo de fama con la posibilidad de mostrar el cambio en apariencia sexual a través de un filtro, y este fin de semana Faceapp ha surgido como el común denominador en el comportamiento dentro de entornos digitales.
La función de la aplicaciones es utilizar IA para mostrarte a través de una foto como te verías en unos cuantos años.
La aplicación fue creada por Wireless Lab, una empresa con sede en San Petersburgo, Rusia, dirigida por el ingeniero Yaroslav Goncharov. Cuando muchas personas al mismo tiempo empiezan a tener un comportamiento parecido, es momento de reflexionar y encender las alarmas, la aplicación está disponible para IOS y Android y la política de privacidad que está en su web no es tan sólida como parece, entre otras cosas no se actualiza desde 2017.
La aplicación recolecta todo el contenido generado por el usuario (fotos y videos) y advierte que en cualquier momento la información puede ser transferida a otro país en dondes las leyes permiten la venta de datos, por ejemplo Rusia, donde la compañía tiene su sede principal.
En el caso de que FaceApp sea comprada o disuelta, toda la información del usuario podría ser transferida a un tercero.
En líneas generales las políticas de privacidad de Faceapp no difieren mucho de las políticas que rigen a otras aplicaciones. Es ambigua y no especifica qué ocurrirá con tus datos a futuro si la empresa es adquirida por Facebook, o por NSA o el Servicio de Seguridad federal de Rusia.