Pensar en las consecuencias de la pandemia parece un gran mar de incertidumbre que afecta evidentemente la salud y logra abarcar la totalidad de su entorno.
Las regiones como Latinoamérica y el Caribe se verán seriamente afectadas según las últimas estimaciones de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe, se prevé una contracción regional promedio del 5,3% para 2020 por encima del 5% que se registró durante la Gran Depresión en 1930 y el 4,9% que se anotó en 1914.
Ya desde antes de la pandemia, América Latina y el Caribe acumulaba casi siete años de bajo crecimiento, con un promedio de un aumento del 0,4% del PIB entre 2014 y 2019.
La información se desprende de un informe titulado Dimensionar los efectos del COVID-19 para pensar en la reactivación, en el que se explica que la crisis económica provocada por el coronavirus se ha transmitido a América Latina a través de cinco canales:
- Reducción del comercio internacional
- Caída de los precios de los productos primarios
- Intensificación de la aversión al riesgo y el empeoramiento de las condiciones financieras mundiales
- Menor demanda de servicios turísticos
- Reducción de las remesas
La contracción en América del Sur será del 5.2% debido a la dependencia en la exportaciones al mercado chino afectado directamente por las crisis producida por la pandemia.
En tanto, en América Central la caída sería del 2,3%, afectada por el descenso del turismo y la reducción de la actividad de Estados Unidos, su principal socio comercial y fuente de remesas; mientras que el Caribe se contraerá en un 2,5%, debido a la reducción de la demanda de servicios turísticos.