La ONU y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) se han esforzado este martes por alertar a la población sobre uno de las grandes amenazas que enfrentamos: emergencia climática. La OMM presentó el informe final sobre el estado del clima mundial en 2019, que confirmó que los impactos y señales del cambio climático se están incrementando.
«El calentamiento global se está acelerando», pronunció António Guterres, secretario general de la ONU, durante la presentación del informe en Nueva York. «2019 fue un año de récords», completó Petteri Taalas, máximo responsable de la OMM.
El impacto del coronavirus ha sobrevolado la conferencia de prensa en la que se ha presentado el informe. Han sido inevitables las comparaciones. Guterres no ha restado importancia a la epidemia y ha considerado que, al igual que el cambio climático, se trata de un problema de consecuencias serias. Pero ha incidido en que lo esperado es que el coronavirus tenga un impacto acotado en el tiempo, mientras que los efectos del cambio climático son constantes y para décadas. Guterres ha pedido a los países que no se distraigan en la lucha contra el calentamiento y la desigualdad.
El pasado año fue el segundo con la temperatura media global más cálida desde que hay registros fiables, que arrancan en 1880. Los últimos cinco años han sido los más cálidos jamás registrados, lo mismo que ha ocurrido con la última década (2010-2019), que ha tenido la temperatura media más alta desde que existen esas mediciones. Y no parece detenerse enero de 2020 ha sido el enero más cálido jamás registrado.
«El aumento de los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera es el principal generador del cambio climático», reza el informe.
Guterres ha pedido a los países que aumenten la ambición y que, en la próxima Cumbre del Clima, que se celebrará en Glasgow (Reino Unido) en noviembre, se comprometan a reducir un 45% sus emisiones en 2030.
Para 2050, si se quiere cumplir la meta de los 1,5 grados, esas emisiones deben desaparecer.
El incremento de las temperaturas medias es solo uno de los indicadores del cambio climático. El informe de la OMM hace un repaso sobre otros índices que ayudan a medir el impacto del calentamiento y esa revisión también confirma la crisis climática del planeta. Por ejemplo, «el continuo declive» del hielo ártico, que está en mínimos históricos. Lo mismo está ocurriendo con la capa de hielo de Groenlandia o con los glaciares, que están en retroceso.
Se estima que entre 2009 y 2018 los océanos han absorbido el 23% del dióxido de carbono emitido anualmente. Y esto ha hecho que se esté produciendo un proceso de acidificación de los océanos que está dañando la biodiversidad marina.
Además, los océanos también captan el exceso de calor del sistema planetario, con lo que aumenta el calor que contribuye a la muerte de los corales.
El informe apunta también a la expansión de la especie de mosquitos que transmiten el dengue gracias al cambio en las condiciones climáticas. Y advierte de que el mundo experimentó también un gran aumento de los casos de dengue, cuya incidencia ha aumentado «dramáticamente» en las últimas décadas de la mano del calentamiento global.