La justicia Argentina ha determinado que el Fiscal Alberto Nisman fue asesinado y no fue un suicidio como se creía hasta ahora.
4 días después de formalizar una acusación contra la entonces presidenta Cristina Fernández por encubrir a presuntos terroristas Nisman apareció muerto en su casa, con un disparo de una pistola calibre 22.
”Procede encomendar a los magistrados a cargo de la investigación el sostenido avance del curso instructorio con miras a la completa y cabal determinación de los responsables del homicidio de Natalio Alberto Nisman, con la celeridad y seriedad que tan grave hecho impone”, señaló el alto tribunal en una resolución.
Para tratar de avanzar en si fue un suicidio o un homicidio, ya el pasado año la Fiscalía encargó a una junta de peritos realizar una reconstrucción del momento de la muerte del fiscal, en la que se estableció que dos personas golpearon, drogaron con ketamina y asesinaron en su casa Nisman, que investigaba el atentado contra la mutua judía AMIA de Buenos Aires en 1994, que dejó 85 muertos.
Investigar un caso que tiene más de 20 años impune y presentar una acusación contra la que era presidente de la nación argentina, no parece cosa sencilla. La justicia parece llegar, tardía, si pero se ve la luz un poco más clara para conocer cómo murió realmente el Fiscal Nisman.