Dorian, en su paso lento pero implacable sobre Las Bahamas ha dejado inundaciones, carros volteados postes derribados, casas sin techo y cinco fallecidos. El centro de huracanes de los Estados Unidos, la mañana de este lunes, informó que los vientos habían reducido un poco la velocidad degradando al fenómeno natural a la categoría 4 una menos que la máxima registrada.
Con fuerte oleaje y rafagas de viento, Dorian golpeó la Isla de Abaco el domingo. Había poca información sobre las islas afectadas, y el pronóstico de las autoridades era que muchas personas perdieran sus hogares. La población acudió a los refugios, los hoteles cerraron y la población condenó las ventanas de sus casas con tablones.
La información comenzaba a emerger de las islas afectadas, con Bahamas Power and Light diciendo que hay un apagón total en Nueva Providencia, la isla más poblada del archipiélago. “Los reportes que salen de Abaco no son buenos”, dijo Quincy Parker, vocero de la empresa eléctrica, a la estación de radio ZNS Bahamas.
“Es devastador”, dijo Joy Jibrilu directora general del Ministerio de Turismo y Aviación de las Bahamas. “Hubo daños enormes en propiedades e infraestructura».
El domingo, Dorian logró igualar el récord del huracán atlántico del que se tenía registro, con vientos de 297 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 354 Kilómetros por hora.
El anterior fue el huracán del Día del Trabajo de 1935, anterior a la costumbre de poner nombre a las tormentas.
Solo hay una tormenta atlántica más potente documentada: el huracán Allen de 1980, con vientos de hasta 305 kilómetros (190 millas) por hora, aunque no tocó tierra con esa fuerza.