Regionales / Marrón

Humanos de plástico

Desde tempranas horas de la mañana se pueden observar en una de las principales avenidas de la ciudad de Valencia, a un cuerpo dividido por dos amasijos de color negro, que van crujiendo al ritmo de un caminante incansable que va en la búsqueda del sustento diario.

El señor Luis no es un mendigo, no busca comida en la basura, su búsqueda es específica, va tras el plástico y el cobre a diario puede recolectar entre 12 y 13 kilos de plástico.

“caminamos más de 15 kilómetros al día el cobre lo vendo por mi cuenta pero el plástico lo llevamos a un deposito aquí cerca, es de unos cristianos”

Por transferencia el kilo de plástico es pagado en el depósito a 70 Bolívares y en efectivo el precio baja a 20 Bolívares.

“nosotros no rompemos las bolsas y dejamos la basura tirada en la calle, tenemos respeto por los vecinos y con las domesticas que tienen que salir a recoger la acera”

Cada uno de los recolectores en promedio puede ganarse un millón de bolívares  al día para tratar de sobrevivir a una hiperinflación galopante que no pareciera tener final. El venezolano como humano busca la manera de adaptarse a las necesidades, a medidas que la crisis económica se agrava el mercado de oficios se va diversificando, antes no se veían recolectores de plástico en calles y avenidas hoy en una caminata a media mañana se pueden observar en una cuadra más de 4 personas buscando plástico.

“Los sábados cuando llevamos lo recolectado del día, nos dan comida y nos hacen un chequeo médico, les dan un mensaje a los muchachos para que no se gasten la plata del trabajo en drogas para que se porten bien”

Hay voluntad de trabajo por la necesidad, existe una empresa que procesa ese plástico recolectado y hay un mercado que revende el producto que nace de ese reciclaje, las dificultades económicas tienen muchas caras hoy mostramos una de ellas.

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