Víctima de esta terrible realidad, la fauna marina es expuesta a componentes de plástico que ponen en riesgo la biodiversidad de los mares. En Tailandia una ballena piloto murió luego de tragar ochenta bolsas de plástico.
El cetáceo fue visto el lunes en el canal de Songhkla flotando de forma inerte, pero dió su último respiro el viernes por la obstrucción intestinal que sufría.
Según informó el departamento de Recursos Costeros y Marinos en su página web, la autopsia reveló que tenía alojadas en el estómago 80 bolsas de plástico, con un peso de ocho kilos.