Un nuevo estudio determinó que el uso de tapabocas quirúrgicos o mascarillas especializadas es mucho más efectivo que usar pañuelos. Las mascarillas faciales son una herramienta clave para reducir la propagación del nuevo coronavirus, pero no todos los tapabocas son igualmente efectivos y algunos pueden ser incluso contraproducentes.
En la investigación se clasificaron 14 tipos de mascarillas comúnmente disponibles, y encontró que las mascarillas médicas ofrecen una protección significativamente mayor contra la propagación de las gotículas que pueden trasmitir el virus que los tapabocas de algodón, mientras que los pañuelos de cuello no sirven de casi nada.
Los hallazgos publicados en la revista estadounidense Science Advances tienen implicaciones de política pública, en particular en países como Estados Unidos, donde las autoridades alentaron a la población a usar mascarillas de tela y dejar las de tipo médico a los trabajadores de la salud porque escasean.
El exdirector de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades durante el gobierno del presidente Barack Obama, Tom Frieden, tuiteó tras la publicación del estudio. «Necesitamos aumentar la producción y distribución de mascarillas quirúrgicas».
Para este estudio difundido el 7 de agosto, investigadores de la Universidad de Duke en Estados Unidos hicieron que varios participantes enmascarados hablaran en una habitación oscura en dirección a un rayo láser, mientras se filmaba la escena (la gente repitió: «Manténganse saludable, gente» y «Cuídense»).
El número de gotitas que atravesaban el rayo fue analizado por computadora.
Las mascarillas N95 reservadas para el personal hospitalario son las más efectivas, reduciendo la transmisión de gotitas en más del 99,9%, en comparación con el no uso de un tapabocas.
Las máscaras quirúrgicas o de polipropileno reducen la transmisión de gotitas en un 90% o más en comparación con quienes no llevaban nada.
Los cubrebocas faciales de algodón proporcionaron una buena protección, eliminando del 70% al 90% los aerosoles del habla normal, según la cantidad de capas y pliegues.
Pero las pañoletas solo redujeron las gotitas esparcidas en aproximadamente un 50%.
Finalmente, las máscaras N-95 con válvulas redondas, diseñadas para entornos industriales donde la exhalación del usuario es menos importante que la inhalación, funcionaron aproximadamente a la par que las mascarillas de algodón en términos de cantidad de gotitas transmitidas.
Las autoridades sanitarias han desalentado el uso de las máscaras N-95 con válvulas porque, si bien protegen al usuario, esparcen más fácilmente el aire contaminado exhalado por una persona.