Bajo su sombra Buda pudo encontrar la iluminación, mantiene relaciones que pueden durar 80millones de años y su existencia da garantías de vida en nuestro planeta: El Higo.
Los higos estranguladores son plantas extraordinarias que crecen de semillas que sueltan las aves y otros animales en el tope de otros árboles.
Desde ahí lanzan sus raíces aéreas que van haciéndose más gruesas, hasta cubrir al árbol que les ha servido de anfitrión.
Algunas veces, se transforman en una suerte de mallas vivientes, con un tamaño colosal, que llegan a ahogar y matar al árbol que han invadido.
Dos países tienen higos estranguladores como parte de sus escudos de arma.
Uno esIndonesia, donde el árbol simboliza la unidad dentro de la diversidad, mientras que sus raíces colgando representan las numerosas islas que componen la nación.
Y el otro es Barbados, que debe su nombre a la imagen que vio el explorador portugués Pedro a Campos, cuando su barco llegó a la isla en 1536.
El marino encontró muchos higos estranguladores que crecían a lo largo de la costa, del tipo llamado Ficus citrifolia.
Eran masas de raíces marrones y rojizas colgando de las ramas de los árboles, como mechones de pelo enmarañados. Por eso a Campos nombró la isla de Los Barbados («los barbudos»).
Comida todo el año
Las especies de ficus deben producir higos durante todo el año, para asegurar que sus avispas polinizadoras sobrevivan.
Esta es una gran noticia para los animales que comen frutas, que de otro modo tendrían dificultades para encontrar comida durante gran parte del año.
De hecho, los higos sostienen más especies de vida silvestre que cualquier otro tipo de fruta.
Hay más de 1.200 especies que comen higos, incluyendo una décima parte de todas las aves del mundo, casi todos los murciélagos de frutas conocidos y decenas de especies de primates.
Por ello, los ecologistas opinan que si esta especie desaparece, todo lo demás colapsaría.
Los higos no solo alimentan a los animales. Para algunos, la presencia durante todo el año de higos maduros, habría ayudado a sostener a nuestros primeros antepasados.
Incluso, dicen que los higos de alta energía, estarían relacionados con el desarrollo de cerebros más grandes en nuestros predecesores.
También hay una teoría que sugiere que nuestras manos evolucionaron como herramientas para evaluar cuáles higos son suaves, y por lo tanto dulces y ricos en energía.
El rey Nabucodonosor II los plantó Ficus carica en los jardines colgantes de Babilonia. El rey Salomón, de Israel, los alabó con canciones. Los antiguos griegos y romanos dijeron que los higos eran un regalo del cielo.
Su atractivo quizás se deba a otro atributo crucial. Aparte de ser dulce y sabrosos, también contienen fibra, vitaminas y minerales.
Un ejemplo famoso del poder sanador de los higos aparece reseñado en la Biblia.
Ezequías, rey de Judá, estaba al borde de la muerte con una plaga de furúnculos, pero logró recuperarse después que sus sirvientes aplicaron a su piel una suerte de pasta hecha con higos picados.
Los medicamentos desarrollados durante milenios en todo el trópico han utilizado no solo el fruto, sino su corteza, hojas, raíces y el látex que desprende.