Cultura / Guarapo

El retrato fotográfico / pt03

Por: Luis Cabrera

La mecanización del retrato, ese transitar desde lo pictórico a lo fotográfico, trajo cambios consigo. La fotografía, caracterizada por su estigma de registro directo, logró masificar el retrato; reconfigurando las costumbres de las sociedades con acceso a estos avances tecnológicos.

El auge de los fotoestudios, para satisfacer la creciente demanda de fotografías, hizo que el retrato se tornara algo rutinario, mecanizado, carente de individualidad. Los procesos técnicos que permitieron el éxito comercial del retrato, lo llevaron a un punto de decadencia. Se llegó a hablar de la vulgarización del género del retrato; en la actualidad, algunos ven al selfie como la vulgarización del autorretrato.

 

Asesinos en serie: foto carnet y selfie

El retrato de estudio, por así llamarlo, responde a una estandarización, por lo que se anula la individualidad, o la posibilidad de ver al retrato como un hecho artístico per se, así como cualquier intencionalidad artística consciente.

La incorporación de cámara fotográfica a los teléfonos, más la interacción a través de las redes sociales, ha hecho de la selfie una protagonista entre las publicaciones que vemos a diario en estos medios. Tiene sus propios elementos estéticos que lo diferencian del autorretrato, aun cuando sus autores no están conscientes de ello; esta diferenciación estética la hacen de manera “intuitiva” (solo si definimos intuitivo al aprendizaje por repetición de algo que vemos).

Pero no todo está perdido, el más vulgar y silvestre de los retratos fotográficos, el más superficial y narciso de los selfies, es útil, como radiografías de fenómenos sociales del contexto histórico. La caja negra de la fotografía, rescata la información, y podemos al menos explorar ciertas prácticas sociales allí presentes que nos permitan entender el momento en que se realizó ese registro.

Toda imagen fotográfica, sometida a un análisis morfológico, nos permite obtener información valiosa para el estudio del individuo, de su estrato social, género, gustos y preferencias, de acuerdo al momento histórico que fue secuestrado por el obturador.

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