Fotografía / Negro Corto

El equipaje que vive contigo por siempre: El fotógrafo Nana Kofi Acquah habla sobre la ética al fotografiar la pandemia

El Cafe Noticias

La pandemia del COVID-19 ha generado muchas muertes y ha afectado drásticamente la vida cotidiana de muchas personas en todo el mundo, golpeando sin precedentes al sector sanitario, y a las economías en una forma monumental. Numerosas verdades han salido a flote durante esta crisis, como la completa falta de preparación de los tan llamados países desarrollados, modernos, y ricos, así como las desigualdades sociales masivas que continúan oprimiendo a los más marginados.

 

Mientras la salud, seguridad, y bienestar de la gente son vitales, otra disparidad que esta pandemia ha enfocado es cómo las comunidades alrededor del mundo son visualmente retratadas por los medios de comunicación durante los tiempos de crisis. El fotógrafo ghanés Nana Kofi Acquah, quien es una colaborador de Everyday Africa, recientemente publicó una pregunta punzante a sus seguidores sobre las imágenes en los medios de los muertos o la muerte.

 

Danielle Villasana, miembro de The Everyday Projects Community Team, habla con Nana para explorar más a fondo esta pregunta. La siguiente entrevista ha sido editada para darle brevedad y aclaración.

 

DV: En tiempos como este, es muy importante pensar en cómo los medios están retratando estas situaciones, así que la pregunta que sacaste a relucir en las redes sociales fue bienvenida. Y ha detonado una muy interesante conversación online. Quisiera discutir más a fondo el contexto de tu publicación y cómo esta situación está relacionada con la cobertura mediática, no sólo en África, sino en otros países en el mundo, incluyendo Europa y EEUU.

 

NKA: Estaba investigando sobre el impacto del COVID-19 y vi una historia sobre 400 personas que murieron en Italia en un día. Por esa cuenta, había ya alrededor de 3000 muertes. Estaba impactado porque estuvimos así cuando Ébola sucedió. Entre Guinea, Liberia, y Sierra Leona tuvimos 11000 muertes por la crisis Ébola. Vimos fotos por todos los medios de noticias sobre el Ébola. Así que me pregunté, “Estos son tres mil muertos. ¿Dónde están las fotos?”.

 

No estoy diciendo que quisiera ver fotos crudas. Las fotos crudas no tienen efecto en mí. No quiero verlas. Pero me llama la atención que estos fotógrafos que vendrán a África a cubrir guerra y epidemias – los mismos que viven en Europa y EEUU – ¿dónde están sus fotos? Se me hace obvio que la razón que no estamos viendo fotos crudas y carentes de tacto es porque la gente no hace esa clase de fotografías sobre ellos mismos.

 

Ha habido muchos ataques terroristas en Europa y EEUU. A veces cientos de personas son asesinadas en un solo incidente, decenas mueren en un ataque. Y nunca ves fotos de cuerpos desmembrados. Nunca ves fotos de los muertos. No los ves. Toda fotografía de un desastre que veas en Europa y EEUU es dignificante, no se aleja de la tragedia, pero el sufrimiento en esas imágenes es humanizado. ¿Por qué eso no pasa cuando vienen a África a cubrir las historias? ¿Por qué debe ser la gente fotografiada en su peor momento y en formas que los hacen más desgraciados? Eso no está bien.

 

Sentí que era un buen momento para hacer esa pregunta. Ahora que Ghana ha registrado casos y varios países africanos también tienen casos confirmados de COVID-19, es un buen momento para comenzar esta conversación porque muy pronto los grandes medios podrían tener sus periodistas con cámaras en el terreno afectado. Espero que fotografíen el COVID-19 en África como lo hacen en Europa.

 

DV: Cuando leí los comentarios de tu publicación, algunas personas comentaban cómo las autoridades no permitían fotógrafos ni periodistas dentro de los hospitales y que no les permitían fotografiar funerales. Esto me hizo pensar, el punto no es fotografiar los cadáveres de la gente blanca, también. En vez de eso, el punto es que necesitamos re-pensar cómo fotografiar la tragedia. El COVID-19 no es un incidente aislado – hay una larga historia de cómo los medios cubren África y otras regiones como Latinoamérica y Asia versus cómo cubren países como EEUU y Europa.

 

NKA: Una de las fotos del ataque del 9/11 que se volvió muy famosa fue llamada “Hombre cayendo” (“The falling man”). Es desde una larga distancia, así que no ves la persona, no ves el punto desde donde caen – solo ves una persona cayendo. Pero esa imagen disgustó a muchos americanos. Si quieres disgustar a un político americano muéstrale esa foto. La odian porque esa foto muestra a EEUU en un momento de debilidad. Muestra a un americano cayendo. No les gusta porque la representación es importante.

 

Mi formación es en publicidad donde se dice que la percepción es realidad. La verdad en la vida es que la verdad en sí frecuentemente no importa. Cómo tratamos a la gente, cómo interactuamos, cómo lidiamos con la gente, donde vamos, donde no vamos – mucho de esto solo se basa en percepción-.

 

Por ejemplo, uno de mis mejores amigos quien es ghanés, tuvo que terminar con su novia americana. Cuando él fue a conocer su familia en Nueva York, volvió sintiendo que todos ellos pensaban que era un caza fortunas. Escuchó conversaciones donde decían que probablemente solo necesitaba una “Green card” o un pasaporte americano. Para alguien como él, que no necesita nada de eso, resultó muy ofendido, pensando que todo lo que ellos pudieron ver fue una sanguijuela. ¿Por qué ellos creerían que él era una sanguijuela? ¿Por qué ellos creerían que este tipo quien tiene una Maestría y es muy calificado y competente, tiene un buen trabajo, es dueño de negocios, es una sanguijuela?

 

Ellos creen que es una sanguijuela porque es africano. Porque cada imagen que han visto de África es devastación. Si no es guerra, es enfermedad. Si no es enfermedad, son niños soldados o rebeldes. Siempre es violencia. Y si no queremos mostrar algo violento, te llevamos a un safari y te mostramos leones, y cebras, y chitaras. Y este es un equipaje que vive contigo por siempre.

 

Sin importar la situación que sea, estas agencias de ayuda humanitaria necesitan dinero y muestran imágenes crudas – cual sea la excusa – después que terminó el Ébola, después de la guerra civil, el mundo sigue. Pero el africano nunca avanza porque apareces y la gente cree que eres menos calificado. Creen que eres menos inteligente. Creen que eres menos capaz. Creen que eres estúpido. El equipaje de todas estas percepciones viene de cómo África ha sido consistentemente fotografiada y retratada por los medios occidentales. Esto es contra lo que estamos luchando.

 

Así que puedes venir y tomar tus fotos crudas y ganar el World Press o cualquier premio. Anda y di sorprendentes historias de cómo peleaste con leones para obtener la historia y convertirte en el héroe de donde viniste. ¿Pero qué le pasa a la gente que dejaste atrás, la gente que viniste a fotografiar? 

 

En la mente del mundo, estamos atascados donde estamos. La niña que fotografiaste desnuda con cicatrices en su cuerpo corriendo durante la guerra ya no es una niña – vagamente congelaste un segundo en su vida-. Pero para el mundo, ella es una pobre niña en un país en guerra, desnuda, y bajo fuego. Para el mundo, siempre será una víctima. 

 

Cuando eres negativamente representando en fotografías, se vuelve extremadamente difícil seguir adelante, es casi imposible, porque para el mundo eso es lo que eres, allí es donde estás, ese es tu país. Eso es lo que es. No cambias. No creces.

 

Eso es por qué en mi publicación hablo sobre el respeto y empatía, porque no creo que los fotógrafos europeos y americanos o blancos no sepan estas cosas. Ellos solo no creen que el africano, en especial el africano que se encuentra en una situación difícil, merezca la misma clase de respeto y empatía. Sí, lo sabes, es África, mientras más crudo, mejor.

 

DV: Lo que es particularmente fascinante sobre la pandemia a la que nos estamos enfrentando es que afecta a todos. Cuando vas a un país extranjero hay una distancia entre tú y lo que sea que estés fotografiando, la situación no te afecta al mismo nivel que a la gente que estás documentando. Claro, afecta en cierto nivel porque físicamente estas allí, pero hay una burbuja de seguridad cuando sabes que no es tu comunidad, no es “tu problema”. Incluso si no tienes a nadie en tu vida que haya sido afectado por el COVID-19, sabes que está afectando tu comunidad y potencialmente podrías ser tú o alguien que amas. Espero que esta situación haga a la gente pensar en cómo hacer las coberturas de otras crisis en el mundo.

 

NKA: Ayuda ir a las raíces de lo que estamos lidiando. Normalmente cuando pensamos en fotografía, pienso más en términos de cómo las imágenes son elaboradas. Porque comencé como escritor, creo que las imágenes más dominantes no son fotográficas. Las imágenes más dominantes son las palabras. Si ves las palabras de los políticos, por ejemplo, “el virus chino, los mexicanos”, te das cuenta que vivimos en un tiempo en el que todo lo que solía decirse en secreto ahora es dicho abiertamente por políticos, está normalizado.

 

Entonces, los fotógrafos que apuntan sus cámaras de una manera despiadada y altiva hacia África, y el presidente que vomita basura sobre los mexicanos, y los chinos, y los países letrina, andan en lo mismo. Esto viene de una parte de la historia humana de cómo la civilización europea se volvió tan fuerte. Por las formas inhumanas en que colonizaron a otros pueblos, tuvieron que designar retórica que justificara la inhumanidad. La manera más fácil de justificar tu humanidad es hacerte a ti mismo creer que la otra persona no es lo suficientemente humana.

 

DV: Exactamente, regresa a las estructuras de poder del colonialismo. Y cómo la gente está perpetrando ese punto de vista hoy a través del colonialismo moderno.

 

NKA: Quizás está bien que los poderosos, también llamados superiores, están también tan asustados del COVID-19. Necesitamos llegar al punto donde aprendamos a respetar la humanidad y vernos a nosotros mismos en el prójimo y mostrar respeto genuinamente. 

 

Cuando escribí esa publicación, alguien podría tontamente pensar “Oh, Nana Kofi es uno de esos fotógrafos racistas que no le gusta que los blancos trabajen en África”. Cualquiera que me conozca sabe que ese no soy yo. Eso no es lo que yo pienso, en lo absoluto.

 

Soy parte del equipo de Everyday Africa, es un grupo que comenzó con dos chicos blancos. No tuve problema en integrarme. Nunca he tenido problema en ser parte del grupo. ¿Por qué? Porque sé lo que ellos representan. No es el color de piel. De hecho, si echas una mirada a lo que los hizo comenzar Everyday Africa, no estaban dispuestos a conformarse con las percepciones de estereotipos. Eso es lo que los hizo crear Everyday Africa.

 

Soy africano, pero también frecuentemente soy un extraño en muchas comunidades africanas. Este es un continente con más de mil idiomas. Solo hablo tres. Así que cuando manejo unos cuantos kilómetros más allá de mi comunidad, soy tan inútil como la siguiente persona blanca que vuele hasta acá, porque no entenderemos el idioma. Pero lo que tiende a ser la principal diferencia entre otra persona y yo, es que respeto a la gente en la comunidad. 

 

Voy sabiendo que no entiendo la cultura. Voy con la actitud de buscar primero entender, no voy pensando “sí, esta gente, esto es lo que ellos piensan, esto es lo que ellos necesitan, y esto es lo que ellos deben hacer”. No, voy con respeto, busco conocimiento humildemente, busco entender. Esa es la principal diferencia. Cualquiera que pueda venir a África con esa postura está más que calificado para trabajar donde sea en el continente.

 

DV: Otro aspecto interesante del COVID-19 es que ha puesto al mundo de cabeza. ¿No es irónico ver países en África, Asia y Latinoamérica cerrando sus fronteras a gente de Europa y EEUU? ¿Ver gente de Europa y EEUU – países que generalmente no se ven afectados de la misma forma por crisis como la que estamos atravesando – en pánico y haciendo lo que sea por comprar papel higiénico?

 

Me lleva a preguntarme, ¿entiende ahora la gente lo que se siente estar asustado sobre el hecho de estar en peligro y entender qué tan lejos irías por protegerte a ti mismo y a tu familia? ¿Entiendes ahora cómo se siente y por qué la gente huye de la guerra y busca asilo en otros países, cruza de un país a otro indocumentado porque es su única opción? ¿Entiendes de cierto modo cómo se siente? Espero que esa puesta de cabeza haga que la gente reconsidere sus puntos de vista.

Gran parte de nuestra conversación ha sido sobre el lado oscuro de la fotografía y cómo puede ser usada como una herramienta para mantener a cierta gente en el poder así como retratar gente y situaciones en un modo particular, la fotografía es, de hecho, toma de decisiones. Pero no has renunciado a la fotografía, así que debes sentirte esperanzada en que en la misma forma en que hace daño también podría ser una forma de cambiar la narrativa.

 

NKA: Creo que la fotografía es poderosa, por eso me convertí en fotógrafo. Una vez que ves una imagen fuerte, se queda contigo por siempre. Mi pasión por convertirme en fotógrafo años atrás fue mostrar a África, y mostrársela al mundo en un modo muy honesto. No muy positivo o negativo, solo honesto. Es increíble cuanta gente se sorprende de ver mi mundo.

 

Por ejemplo, si converso con gente y me preguntan “¿estudiaste en África? ¿Fuiste a la escuela en África? Hablas inglés muy bien” y les digo no soy excepcional, hay mucha, mucha gente de dónde vengo que son como yo. ¿Cómo le explico al mundo que no soy excepcional? Que hay muchos niños en África que tienen iPads, que van a la escuela y son tan buenos como los niños europeos o americanos, que tienen acceso a tres comidas al día. 

 

Cómo muestro que sí, África tiene sus extremos, pero ¿así no es todo? Y la manera más fácil de hacerlo es a través de la fotografía. La fotografía es una gran bendición.

 

Debido a que la fotografía no fue una invención africana llegamos tarde al juego. Hemos llegado tarde a este lugar en que usamos fotografías para compilar y contar nuestras historias. Una de mis citas favoritas es que la palabra “autoridad” comienza con la palabra “autor”. Así que quien escribe la historia tiene el poder. Es cuestión de tiempo que África comience a contar sus propias historias, que tomemos autoría de nuestras historias, y que las contemos en formas compilatorias y elocuentes. El mundo no tendrá más opción que cambiar la forma en que piensan y nos ven. La fotografía es una parte crucial en nuestro futuro y eso me emociona.

Traducción: Luis Cabrera Edición: Sara Pacheco

Esta entrevista fue publicada primero en Medium

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