Funcionarios estadounidenses informaron que el gobierno de Trump está dispuesto a levantar las sanciones económicas siempre que se desarrolle la propuesta de formar un gobierno de transición que represente a aliados de Maduro y de Juan Guaidó.
Mike Pompeo presentará en las próximas horas una propuesta formulada por Guaidó, que revela cómo ante el temor creciente por el coronavirus, que amenaza con abrumar el sistema de salud ya colapsado del país sudamericano y su economía paralizada, Estados Unidos revive sus intentos de apartar a las fuerzas armadas de Maduro.
El llamado «Marco Democrático para Venezuela», obligaría a Maduro y Guaidó a dar un paso al costado y entregar el poder a un consejo de estado de cinco miembros, el cual gobernaría hasta la realización de elecciones generales a fines de 2020, de acuerdo con un resumen de la propuesta a la que tuvo acceso The Associated Press.
Cuatro de los miembros deben ser elegidos por mayoría de dos tercios de la Asamblea Nacional que preside Guaidó. El quinto miembro que sería el presidente en funciones encargadas hasta las próximas elecciones, deberá ser elegido por los otros cuatro miembros del consejo. Ni Maduro ni Guaidó serían miembros del consejo.
«La esperanza es que este esquema promueve la selección de personas que gozan de amplio respeto y conocidas por su capacidad de colaborar con la otra parte», dijo el representante especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, en una explicación preliminar del plan. «La gente del mismo régimen ven esto y comprenden que Maduro debe partir, pero a los demás nos tratan bien y con imparcialidad».
El plan esboza los requisitos de Estados Unidos para levantar las sanciones que pesan sobre los funcionarios de Maduro y la industria petrolera, la fuente de casi todos los ingresos externos de Venezuela.
Las personas acusadas por violaciones de derechos humanos y tráfico de drogas no se verán beneficiadas con la suspensión de las sanciones económicas, pero los funcionarios que conforman la lista negra debido a sus posiciones en el gobierno y miembros de la Corte Suprema, el Consejo Electoral y la asamblea constitucional sí lo serán.
Pero las sanciones solo desaparecerán cuando el consejo esté funcionando y las fuerzas extranjeras y cubanas o rusas se vayan del país.
«Nuestra esperanza es que con esto se intensifique la discusión en el seno del ejército, el chavismo, el partido socialista gobernante y el régimen sobre cómo salir de la crisis terrible en la que están sumidos», dijo Abrams.
Para el investigador sénior de la Oficina sobre América Latina en Washington David Smilde cualquiera que sea el plan que oferte Estados Unidos ve difícil que obtenga el apoyo de Maduro, a menos que la estrategia incluya la protección de la justicia norteamericana.
«Es difícil ver cómo esto convencerá a los actores principales en el gobierno», dijo Smilde. «Aparentemente creen que los militares van a intervenir, pero eso parece sumamente improbable».