Comunidad / Cerrero

Alerta en El Pinar: la inseguridad acabó con la tranquilidad

El Pinar, Naguanagua

Stalin Salinas y María Elinor Cordero de Salinas tienen una escuela de música en su comunidad. Desde hace 21 años habitan en la urbanización El Pinar, municipio Naguanagua, donde la inseguridad ha cobrado mucha fuerza en los últimos meses.

Los robos a las casas son pan de cada día, al igual que la ausencia de las autoridades competentes, a pesar que a escasos metros se encuentra un modulo de la policía de Naguanagua. Bien pintado y limpio, pero completamente solo.

Fotografía: Saúl Zerpa

“Durante el último robo nosotros estábamos dentro de la casa”, contó el señor Salinas. Suponen que fueron las mismas personas pues conocían los puntos débiles de la casa; el matrimonio ha intentado reforzar ventanas y puertas pero los materiales se exceden de su presupuesto que se basa en dos pensiones de vejez. Esta vez lograron llevarse algunos instrumentos.

Esa misma semana otros vecinos llegaban a su casa en la noche. Los ladrones los esperaban en el comedor mientras comían lo que encontraban en la nevera. Se llevaron electrodomésticos y el vehículo familiar. Unos días después la casa que está al frente sufría su segundo robo en menos de dos meses. Se llevaron lo que no lograron cargar la primera vez.

A la inseguridad se suma la falta del servicio de agua. Algunas casas suman más de 20 días sin el líquido. Para algunos es imposible contratar un camión cisterna que se ubica en los 30 mil bolívares soberanos, un poco menos de dos sueldos mínimos.

El Pinar se pintaba como una urbanización tranquila. El clima es envidiable pues se impone el Cerro El Café, la comunidad es unida pero también está preocupada.

Urbanizaciones aledañas optaron por señalar amenazas en la vía, “vecinos alertas y armados”, es el cartel de bienvenida. No hay una calle que esté abierta, todas cuentan con rejas y portones eléctricos.

Fotografía: Saúl Zerpa

Salinas y su esposa se mantendrán pese a las adversidades. Confían en que el arte puede salvar a los niños de futuros problemáticos pero necesitan apoyo de los entes competentes. “Las autoridades deberían preocuparse un poco más en mantener la vigilancia. Esta semana vimos un carro de la policía y nos extrañó, fue algo nuevo. Yo entiendo la situación de la policía pero una vez al día podrían pasar y sería disuasivo para los ladrones”, puntualizó Salinas.

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